
dices niña que la luna es una mentirosa, porque hay noches en las que aparece y otras en las que no... otros días sale sólo a medias...
la luna es embustera, bruja y hada, embaucadora... tiene duende, y ángel... te aturde con su magia blanca, con su luz te deslumbra... y te muestra del amante, sólo aquello que por esa noche quieres ver... que el sol ya se encargará por la mañana de mostrarte la verdad
la luna te engaña y te embauca, te seduce y te enamora... te envuelve... te balancea en sus dulces curvas... como en los senos de una mujer, donde te meces de infante para volver a los brazos de Morfeo... y donde sumergen los labios los hombres, cada noche, en busca de calor y pasión
podrías perderte en ella, entre sus montes y valles, como lo hace él en la media luna que se oculta donde mi espalda pierde su sagrado nombre... como lo hace en las curvas de mis caderas... en el calor entre mis muslos...
la luna es gitana y misteriosa, es altiva y arrogante... es ladrona de almas... te emborracha como un mal trago de ron... es caprichosa y traicionera... vanidosa y pretenciosa... no tiene vergüenza ni la conoció nunca... es huidiza tempranera, y como el amante huye del lecho de la adultera esposa, se escurre por la mañana al asomarse los primeros rayos de sol ...
a veces quiero reflejarme en ella... y a veces me veo reflejada en ella... es inocente y es culpable... por desatar las pasiones y despertar los instintos más básicos... influye en las mareas y en los placeres humanos... es lasciva
la luna es curiosa, y se cuela por las ventanas de las alcobas para espiar a los amantes, con la palidez de la envidia por no poder participar en sus juegos... es libidinosa y lujuriosa...
la luna es todo eso... o quizá lo que veo es sólo un reflejo de mi alma cuando la miro... porque si no hubiera en mí un poco de todo eso, ¿cómo podría ser capaz de reconocerlo en ella cuando la miro?
la luna, mi niña, es sólo un espejo...
con cariño, para María