19 diciembre, 2007

Convención de los heridos de amor, por Paulo Coelho

Disposiciones generales:

A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo vale” es completamente verdadero;

B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación de los heridos de amor, muy superiores en número;

Se decreta que:

Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo, quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños. Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que ambos corren el mismo riesgo.

Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como “amor no correspondido”. En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la flecha del corazón y la tire a la basura. Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo. La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le dice “vale la pena luchar por esta persona”.

Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el guión, queda expresamente prohibida la venganza. En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen, así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra. La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del Art. 2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.

Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones, pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero, debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdón. Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de odio.

Art. 5 – En todas las heridas definitivas, también conocidas como “rupturas”, el único medicamento que tiene algún efecto se llama Tiempo. De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo. Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán permitidos dos vasos de vino diarios.

Consideraciones finales: los heridos por el amor, al contrario de los heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonía y el éxtasis de su elección.

Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he vivido”. Porque no vivieron.

18 diciembre, 2007

... y solo se me ocurre amarte

Tan pura la vida y tu
tan llena de paz
Y solo se me ocurre amarte

Llenas mi vida de luz
llenas el cielo, la tierra y el mar
Y a mi tan solo se me ocurre amarte

No existe un corazón que lo resista
Por que si lloras quiero que mis ojos sigan cada lagrima tuya
y hasta que la pierda de vista

La miro a ella y te miro a ti
usa mi alma como una cometa
y yo muero de ganas
de encontrar la forma de enseñarte el alma
Y solo se me ocurre amarte

Como va a ser eso
si aun cuando sale la luna y da en mi ventana
ya no te puedo dejar de querer
Nos hemos reído y llorado los tres
Yo quiero darte mi alegría mi guitarra y mis poesías
Y solo se me ocurre amarte...

A.Sanz

10 diciembre, 2007

sweet home

momentos muy felices entre estas paredes... con Lucky Luck, y la casa de Mickey Mousse, con los duendes y su barco pirata de Peter Pan, con la mejor tarta de cumpleaños que hemos comido jamás, con bibes de colacao y cajas de cerillas, con la horita tonta de la siesta, con el catálogo de KTM y nuestra carta a los Reyes Magos... como a la protagonista de Kitchen, la cocina se ha convertido en uno de mis rincones favoritos


07 diciembre, 2007

the change

curioso, como la vida gira y gira y puede cambiar de la noche a la mañana... un solo hecho, que podía haber pasado totalmente desapercibido (y esto solo hace que aumentar el vertigo) y TODO cambia radicalmente de estado

leia hace poco en algún sitio que ya ni recuerdo, un comentario que una actriz que olvidé al instante hacia acerca de su vida de adolescente, en la que todo giraba a un ritmo tan vertiginoso que echaba de menos algo de rutina... con el paso del tiempo, ese deseo acabó convirtiendose en una realidad tan perenne que sus miedos se concentraron en ahogarla dentro de unas mismas y aburridas pautas de conducta diarias, una y otra vez... ahora, una vez fuera de ese bucle, nunca ha vuelto a desear la rutina como el lugar donde descansa el guerrero

quizá sea cierto, o quizá no... a veces es necesario, imprescindible para poder avanzar, establecer una rutina de forzoso cumplimiento, que ayuda a ordenar la vida, y con ella, las ideas... en mi vida llevo muchas vidas ya vividas, y siempre que se acaba una y comienza otra, los cambios son bruscos y radicales... y entonces necesito mis rutinas... y echo de menos aquellas pequeñas cosas como el proyector de pelis de la casa de los condes, o los paseos nocturnos por el barrio de salamanca, los largos y cansinos viajes en tren, los spaguettis aglio oleo e pepperoncino -se escribe asi?- y los platitos de gula del norte, recorrer madrid en lomos del rayo azulado, los helados de vips y las tardes de birritas en chueca, los probadores de zara, ir de compritas a fuenca, las pulseritas del mercado, o los desayunos de pan´s y los sandwiches de starbucks...

todas esas pequeñas cosas me ayudaron a calmar el dolor de la muerte y la resurreccion de una nueva alma, tan doloroso como un parto... sin hacer planes mas alla de una semana, y con una gran capacidad de improvisacion, pudimos entre todos crear pequeños hábitos, que van serenando el alma y preparando el camino para el nuevo ser que ha de venir

o tal vez no sea nada trascendental y es que a veces me entra la morriña, y echo de menos madriz, y lo que alli quedó

os quiero :)