20 enero, 2010

¿es real nuestra realidad?


¿hasta qué punto la realidad que percibimos a través de nuestros sentidos es la "realidad"?

¿hasta qué punto puedo fiarme de mi misma, de mi propio criterio, acerca de todo lo que me rodea?

¿lo que veo, lo que siento, lo que oigo, incluso lo que saboreo... existe en la realidad tal cual lo percibo, o al procesar la información dentro de mi, doy forma a esa información, alterándola irremediablemente?

“¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.” – Morfeo

Lo que llegamos a conocer, es tal vez sólo una interpretación... ¿y cómo saber cual es la verdadera realidad?

Nada es absoluto, todo es relativo... por ello, otros términos como comprensión  deben de formar parte de nuestro vocabulario... la empatía debe de ser el monóculo por el que miramos a nuestro prójimo, y a partir de ahí, no sentenciar con verdades absolutas... a veces, la realidad nos engaña, y nada es lo que parece

 según esto, no podemos estar seguros de nada, y en cambio lo estamos... a veces tanto... y nos equivocamos... a veces tanto...

13 enero, 2010

Te deseo



"Te deseo primero que ames y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecha un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero enfrente a ti y digas: "Esto es mío", sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, aún sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte."

V.H.

el sentido de la vida



han terminado las Navidades... días de regalos, papa noeles trepando por los balcones, cabalgatas, comidas navideñas, reuniones familiares... todos sabemos de qué hablo, no?

son también fechas que invitan a reflexionar... y este año, le estoy dando vueltas a lo mismo... al sentido de la vida, en concreto, al sentido de mi vida

aunque es una verdad de todos también conocida (o casi todos), el ser humano no es inmortal... y entre otras carencias, tampoco es omnipresente... es decir, tiempo y espacio son limitados para nosotros, y gestionarlo es una responsabilidad exclusivamente nuestra... que vértigo, no?

yo he reflexionado sobre lo andado en mi vida, y me pregunto, si todo ese camino recorrido, el que me ha llevado hasta donde estoy ahora, es el que debo seguir para cumplir todos los sueños que tuve, y que mantengo con pinzas en algún tablón de la visión

y hete aquí, en el ficticio e hipotético ecuador de mi vida, decido recuperar mis sueños y me doy cuenta que en algunas cosas, me he desviado un poco... qué es realmente lo que yo quiero? eso, afortunadamente, después de tanto reflexionar, meditar, y escribir, lo tengo claro...

el cómo voy a conseguirlo, me preocupa un poco más... mi propósito para este año 2010 es empezar a saborear parte de mis sueños, quizá no se trate de conseguir hacerlos realidad de la noche a la mañana, porque cómo decía, en algo me he desviado del camino, y debo reconducirlo de nuevo...

este año, en mis personales y particulares rituales de celebración de año nuevo, lancé mi mensaje en una botella, que contenía parte de mis sueños, y se que el primer paso para que se cumplan es creer firmemente en ellos, en mi

06 enero, 2010

una segunda oportunidad

apuntes de filosofía de todo a cien...

reconforta el alma saber que en esta vida, de todo siempre hay una segunda oportunidad

nadie nace aprendido, todos vamos aprendiendo a manejarnos en la vida, en las cosas más mundanas y en las más divinas, errando y remendando, y todos nosotros vamos descubriendo nuestra esencia y dibujando nuestro contorno mientras caminamos por la vida

nadie puede mirarse en el espejo y decir con sinceridad que siempre hizo lo correcto, que nunca se equivocó de camino...

todos hemos cometidos injusticias en nuestro pasado, pero lo bueno de todo eso es poder identificarlas, aprender de ellas, y sobre todo, que aquellas personas que herimos, o que nos hirieron, sigan formando parte de nuestras vidas

esa oportunidad de poder enmendar el mal que hemos causado, esa segunda oportunidad, la vida nunca nos la niega