te regalé mis oidos, para escuchar tus pensamientos...
te regalé mis pecas, para hacerte sonreir...
te regalé mis suspiros, como aliento de vida...
te regalé mi voz, para enamorarte...
te regalé mis abrazos, para sosegar tu alma...
te regalé mis manos, para acariciar tu espalda...
te regalé mis besos, para saciar la sed de tus labios...
te regalé mi ombligo, para entretener tus traviesos dedos...
te regalé la curva de mis caderas, para desatar tus pasiones...
te regalé mis pies, para enrredarse con los tuyos...
te regalé mi amor,
y te alojé bajo mi piel, simplemente, porque te quería, porque mi capacidad de amar es inmensa, es entregada... no tiene principio, y no tiene fin... y es el mejor regalo que pude hacerte
llévatelo contigo, talla un pequeño baúl, y guárdalo... que forme parte de tu equipaje en esta vida... y cuando la silla sea demasiado incómoda, y el desasosiego te invada, ábrelo... y refúgiate en él... él te dará toda la energía que necesitas para seguir creciendo, porque la fuerza de un amor verdadero todo lo puede, y si la noche es muy oscura, y te asustan las sombras del bosque, él te iluminará
ahora camina firme, sin duda... tu decisión será la adecuada... y permíteme, que desde la distancia, sonría por ti
p.d: @J, la conversación entre hombres me hace pensar... me hace sentir... me llena de ti y
te echo de menos... y sólo deseo que pase esta etapa desacoplada, en la que anhelo tus abrazos, perderme dentro de ti, abrigarte con mi calor, y poder susurrarte al oido, mientras Morfeo te mece, que soy feliz a tu lado, cobijada con tu amor, amándote así
siento que te amo, y extraño tus palabras...
extraño nuestras rutinas, si alguna vez existieron...
siento que te amo, y extraño el azul de tu mirada...
y es que, hoy, te necesito
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