
Erase una vez un hombre envasado al vacío, del que no se sabía nada, tan solo que aparecía y desaparecía como los ojos del guadiana, pero siempre de madrugada…
Erase un hombre que se movía en la oscuridad de la noche, escondido entre las sombras, ocultando su presencia de mi luz ,quizá por susto, quizá por gusto, ni quiero saberlo ni jamás lo sabré
Pero sí que se que es un hombre bueno, y aunque no se mucho más de él, espero que poco a poco me vaya dejando meter los deditos dentro de su corazón, tan sólo un poquito, porque debe ser un buen amigo... y aunque se meta mucho conmigo, me hace reir, que es lo importante
☺
No hay comentarios:
Publicar un comentario