13 febrero, 2007

se apagó la luz...


cuando era una niña me daba miedo la oscuridad... iba siempre por la casa encendiendo todas las luces a medida que iba entrando en las habitaciones...

ahora ya soy mamá, y me doy cuenta de que a Nico también le asusta la oscuridad, por eso le me adelanto a él encendiendo las luces de su habitación y del salón, para que pueda ir por la casa tranquilamente

pero qué pasará el día que se haga más mayor y se quede a oscuras? cuando yo no esté para encenderle la luz? qué pasa cuando irremediablemente nos quedamos a oscuras? puede que nos entre el miedo y nos bloquee, o que hayamos aprendido a afrontar ese miedo y aunque nos asuste, tengamos las armas listas para vencerlo

creo que hemos pasado gran parte de nuestra vida temiendo quedarnos a oscuras, obsesionandonos con tener controlado siempre el plan B, saber donde están las clavijas de la luz para encenderla cuando haga falta.. y en esa obsesión se nos olvida disfrutar de ese periodo de luz, que no tiene por qué ser momentáneo, sino que puede ser para siempre...

todo fue un sueño, lo viví desde un principio como si no fuera real, como si no estuviera pasandome a mí.. a mí? a mí por qué? por qué la vida iba a recompensarme con algo? qué había hecho yo para merecer ese regalo? sabía que en algún momento despertaría de ese sueño... sabía que en algún momento se apagaría la luz... así que pasé todo el tiempo preparándome para el apagón, con mi maleta preparada para salir huyendo...

y la luz se apagó. o la apagué. o la apagaron. en cualquier caso, eso es lo de menos... el hecho es que se hizo la oscuridad, y ahora me lamento... aunque no soy capaz de lloralo, de pasar el duelo que todos los psicólogos te dicen que tienes que pasar cuando se apaga una luz...

tengo muchas cosas que hacer, y poco tiempo para hacerlas. los días ya están contados... pero ahora no puedo volver a pensar en qué haré cuando se vuelva a apagar la luz... ahora sólo quiero vivir mientrás la luz siga encendida, como una polilla, pegada a la bombilla...

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